Párrafo 8.5
8.5 «Las fuentes de información vienen en avalancha y sin apenas un filtro que las categorice; se retiran a las cuevas los bardos, los soñadores y los poetas, y el idioma se llena de lenguajes en clave que favorecen la llegada de la pereza evitando nuevos hologramas. Y empieza a nacer la sospecha de que los niños sueñan con ser pensionistas bien pagados. Desaparecen los sabios y nacen los expertos, y el mundo se convierte en un turista aburrido que empieza a creer que el espíritu es un invento de los que tienen hambre o de aquellos que no han pasado por el psicoanalista para que les coloque en su sitio la autoestima».
COMENTARIO DE EL AVENTURERO
El exceso de información genera desinformación. La igualdad aparente y obligatoria, la “respetuosa” y políticamente correcta validación de todo mensaje producen confusión. El guirigay de voces opinando, tan democrático, devalúa el interés de aquello que se discute y, como mayor logro, consigue a veces que se llegue a un acuerdo mayoritario de compromiso, siempre romo, siempre a la baja. El mundo se convierte en un inmenso tablón de anuncios donde todo el que quiere pincha su ocurrencia, su advertencia, su súplica. Y al final, en medio de ese marasmo, quién lee, quién busca, quién aporta algo valioso, algo sabio, algo profundo. Y para qué.
Las ágoras son ahora mentideros, las cátedras poltronas, los púlpitos, como siempre, lavadoras de conciencias, los sabios expertos, los poetas cantautores, los chamanes consejeros sentimentales… Las altas categorías fueron usurpadas por los aprovechados y los necios y expulsarlos de sus altos sitiales fue una labor encomiable (libertad, igualdad), pero no para que se quedaran vacías a perpetuidad. Autoridad es una palabra que en nuestro imaginario quedó desde entonces asociada a la vara de mando o a la pistola. A poder. Nunca ya a potestad, nunca ya a prestigio.
Y sin espejos en los que mirarse, abominando de los cánones, con señales equívocas (o más bien carteles de propaganda) en las intrincadas redes de caminos, ¿quién puede tener adónde querer ir, quién no va a perderse sabiendo que no está yendo a algún sitio? A hacer turismo estamos condenados, deseando siempre tornar al lugar de donde partimos sin que nada nos haya alterado. Es el corro de la gallina ciega la única aventura que nos permitimos.
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9 Comentarios
Estanislao
28 diciembre, 2014Cuernos de abundantes abulias que se vierten a boca de mil jarros sobre hueras cabezas de chorlitos que se dejan, impávidos, inhóspitos, ajenos a mirar su mundo por su propia cuenta, engañar por aquellos que se empeñan en que riqueza y bienestar y buen vivir es la pereza que coarta y que invalida y que cercena el impasible impulso que se aliena en los obtusos ángulos de mentes de tantos necios como indolentes se condenan al gobierno de los que sólo cuentan con su propia ambición para ganar la apuesta; verterán, el día en que la tortilla dé la vuelta, todo un clamor de exordios y de arengas sobre la faz, atónica o perpleja, del que vera sucumbir el craso error de la indolencia.
Estanislao
28 diciembre, 2014Errata: debí escribir «verá sucumbir».
AbralaCabra
28 diciembre, 2014Yo recomendaría a todos los que pasen por ese período de intoxicación informativa que se vayan a un solitario bar de esquina, de esos donde además de leer el periódico con tranquilidad duradera algún charleta conocedor experimentado se te siente al lado y te castigue con la explicación del mundo según él mismo. Poco a poco caerás en una necesidad consecuente pero controlable de escucharlo a él y a unos cuantos otros que por allí se pasen para curar su propia desazón de que nadie los escuche. Alguien, alguna vez, comentó aseverando, que la cara oculta de la realidad que no lo es se encuentra en cualquier bar de esquina. Lo único difícil es encontrar el bar adecuado y la esquina adecuada. Pero haberlos los hay. ¿O para qué creen Uds, que se inventaron las esquinas y los bares en ellas colocados?
Mariana
30 diciembre, 2014¿Qué ha de pasar para que salgan de las cuevas los bardos y retomen los caminos, soplen los sueños los soñadores y bañe el aire la voz de los poetas?
Habrá de surgir con determinación un ejército azul de guerreros almados
que cabalguen caballos con crines de cobre, veloces sin el dolor de las espuelas,
que alentarán sus pasos, sus sueños, sus voces.
Los duentes, las hadas, las musas y los ángeles formarán corros, serpentearán el aire, el cielo… y será la fiesta de la alegría.
Haiku de invierno
1 enero, 2015Duerme mi alma
tumbada al sol de enero
nada en la mente.
Haiku de invierno
1 enero, 2015Duerme mi alma
tumbada al sol de enero
nada en la mente.
Otro haiku (de Insomnio)
1 enero, 2015Que no consigo que entre, así que lo cambio a ver si corre mejor suerte:
Sueños en blanco
derraman en la arena
castillos de papel.
Poema de cantautor
1 enero, 2015«El elegido»:
https://www.youtube.com/watch?v=3sFvpwouhzk
( al contrario de lo que siempre se ha dicho, se que este poema va mucho más allá de algún sujeto particular)
Lo elijo para que nos recuerde que nosotros somos los conductores y podemos elegir transformación, a través de la noche oscura, o a través de la alegría y los colores del día.
Un pequeño latido que recuerda el camino elegido para juntarse «amado con amada/amada en el amado transformada»
Por eso sigo soñando con ser el «elegido»
Rafa
3 enero, 2015En cada instante existe un fluido de apetencias colectivas
y quien quiere sembrar, influir, aproximar
ha de coger esa particular onda de fluencia
que se renueva, fluye, en cada momento y lugar.
Hay que ser táctico tactil, salir al encuentro.
No existen grandes motivaciones de discordia
entre generaciones, clases y hasta en los mismos jóvenes.
Seamos vitales cara a nuestros nietos.
Los animales tienen tiempos de celo
Nosotros queremos extender el celo a todas horas.
No es el hombre, sino la humanidad, el centro,
lo indivisible, el ser temporal y más perdurable
el proceso, la fluencia
masa humana Una.
Todas las criaturas en el tiempo son Una
porque vienen y van a la Unidad.
La variedad es color del espectro
la temperatura funde amores en Amor.
Inversión de lógicas.
El centro de gravedad del hombre no es el suelo.
Son los astros.
(No son lirismos) es gravedad.
Dos ópticas: ser y estar. Transparencia y reflexión,
convexa y cóncava, encontrar y buscar.
Qué busca el joven en la droga? Bebederos mágicos?
Busca una mística de vida interminable.
Hay que saber colgar nuestro viejo cuerpo de un clavo.
Las puertas de la percepción se limpian si renunciamos.
Arte de agua por los hijos de la sed.
Encaje seco y sólo los surtidores y los estanques.
Los techos exclamando ondas de alabanza.
Sólo el jardín recibe luz, geometría de noches y días
soles, color, savia fluyente
sin puertas, todos brazos verdes.
Del poema de Val del Omar (Ondas de Fluencia)
Un abrazo