Párrafo 8.1
8.1 «La necesidad de transmitir los conocimientos acumulados por la Humanidad en los sucesivos pasos generacionales condujo a que fuera tomando forma un concepto que hoy se llama educación. Este concepto nació pegado a la infancia y a la adolescencia, y ha recorrido un inmenso camino por toda la Historia conocida hasta nuestros días. Que la educación esté relacionada con las formas culturales de cada pueblo sólo es consecuencia de que cada ámbito crea sus necesidades; los masais enseñan la caza del león, el salto, la búsqueda del agua, y sobre todo el concepto esencial para la supervivencia: que toda la tribu es una familia; por eso en plena infancia el niño es despegado de los padres apenas transcurridos los siete primeros años, y desde el primer rito iniciático, la responsabilidad de cuidar y atender al futuro guerrero se convierte en colectiva».
COMENTARIO DE EL AVENTURERO
La palabra educar llevar la raíz de la palabra latina ducere que a su vez viene de una raíz indoeuropea deuk que significa guiar o conducir. Implícitamente la educación es la forma de conducir a los infantes a la conveniencia social establecida, en principio para favorecer su desarrollo en un entorno dado. Esta conveniencia se establece según las necesidades reales o creadas con el fin de que al llegar a la edad adulta cada individuo tenga autonomía para desenvolverse en el medio en el que vive. Pero… ¿cuánto nos aporta y cuánto nos limita esto?
Esta claro que la educación nos da posibilidades que sin ellas nos sería muy difícil manejarnos en un entorno con gran número de hostilidades. ¿Pero cuánto nos limita el adocenamiento creado? No parece el mejor ingrediente para la creatividad el hecho de que en cada clase de cada curso de cada colegio de cada estado todos los niños tengan que dar la misma respuesta ante la misma pregunta. La homogenización cultural nos permite un nivel de entendimiento que posibilita compartir elementos de referencia comunes, pero el problema es sobre qué hacemos cultura y sobre qué nos cultivamos. Es cierto (y positivo) qué cualquier niño en nuestra sociedad es capaz de acceder a un determinado grado de educación que hace un siglo era impensable para el grueso de la sociedad, pero cabe la pregunta de ¿qué porcentaje de nosotros tiene un nivel cultural y académico como el que podía ostentar alguna persona de la “elite” en el siglo 18 o 19?
Parece que estacamos demasiado la educación en torno a la adquisición de una capacidad de supervivencia, convirtiendo la ciencia en el utilitarismo de la tecnología, la mística en una doctrina religiosa y el arte en un “pasa” tiempo. Decía William Butler Yeats: para educar no hay que llenar un balde sino encender una llama. Lo esencial, no parece por tanto llenar la cabeza con información, sino formar nuestros sentidos y nuestro intelecto desde una sensibilidad que nos permita no ser meros herederos pasivos de la historia.
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5 Comentarios
Qué será lo que
30 noviembre, 2014¿Qué será lo que seremos cuando donde estemos sea no este Mundo en el que somos pobres proscritos que fueran condenados al destierro y a errar y a buscar la vera del camino que nos lleve a la primigenia Tierra que nuestro Creador creara para que creciera en ella todo cuanto el alma puede alcanzar en su nobleza y en su saber y en su esmero y en su hacer lo que debiera haber sido lo que hiciesen los que pudiendo tenerla la perdieron por su sola ignorancia y su soberbia?
¿Qué será lo que algún día comprenderemos dijeran las palabras que nombraron la ganancia de la hacienda refiriéndola al sustento simbolizada en la lucha cotidiana por haberla?
¿Qué será lo que nos guarda, lo que nos cuida y pondera la medida en que aun no siendo acreedores a la auténtica Felicidad que se aguarda y nunca se ve que llega nos mantiene lo bastante despiertos para quererla alcanzar aun a sabiendas de que no siendo aquí ahora la que tenemos certera mal podremos, infelices, saber ver la verdadera?
¿Qué será lo que nos guía?
¿Qué será lo que nos lleva?
¿Qué lo que nos ilumina y qué lo que se alimenta de esa pasión desgarrada y ese empeño que no cesa por entender las palabras que nuestro Creador dijera cuando al desterrarnos lejos del Paraíso y de su diestra estaba también poniéndonos en la senda verdadera y privándonos tan sabio de vivir en la torpeza y crecer en la ignorancia de pensar que sin buscarlas ni esforzarnos por quererlas encontraríamos las claves de la dicha que se encierra en aprender de qué modo encontraremos la llave que nos abrirá las Puertas de la Eternidad que aguarda más allá de las estrellas?
Atila
1 diciembre, 2014Hace no demasiado tiempo a una persona con buenos modales, que siempre cedía el paso, asiento etc a una señora y que se ponía en el lugar de los demás se le llamaba «educado». una persona muchos conocimientos se le llamaba «culto» o «ilustrado» y a una persona qu hablaba muy bien en publico se le llamaba
Hoy en día que la chabacanería y lo vulgar esta tan de moda una persona es un carca o es de derechas.
A. los pobres niños los inundan con tantísimos conocimientos que no tienen tiempo de jugar, ni de usar su imaginación o fantasía porque se tienen que aprender las guerras del Peloponeso, púnicas, medas con fechas y nombres, cosa que les olvidara al poco tiempo. Es como si nadie quisiera que el niño no tuviera ideas, ni pensara por si mismo, ni diera pasos a su creatividad, en una palabra: a tener ideas y así tener un rebaño bien amaestrado, también se sacrifica con este método a las familias: no pueden ir de excursión porque mañana hay un examen, no pueden salir porque hay que ayudar a los niños con los deberes que después de estar todo eldia en el colegio llegan llenos de tareas que no se porque las tienen que explicar los padres.
Un sobrino mío gano un premio por un relato que solo podía contener 5 párrafos. Se trataba de una señora que entra en una librería y pide un cuento para regalar a un niño, la dependienta con ojos bondadosos le pregunta: -¿Y como es el niño?
Rafa
1 diciembre, 2014Aunque ya lo he utilizado en algún comentario, os transcribo parte del artículo de José Bergamín sobre La Alfabetización.
La decadencia del analfabetismo, de José Bergamín:
Bienaventurados los que no
saben leer ni escribir porque
serán llamados analfabetos.
J. B., La cabeza a pájaros.
Todos los niños, mientras lo son, son analfabetos.
El niño no puede empezar a aprender las letras del alfabeto, no puede empezar a aprender a leer y a escribir hasta que no empieza a tener eso que se llama, justamente, uso de razón, uso de razón que cuando ese niño se haga, si se hace, hombre alfabético, hombre de letras, será seguramente abuso;
El uso y abuso de la razón es, en definitiva, la utilización racional, la razón práctica; porque no es que el niño no tenga razón antes de usarla, antes de saber para lo que va a servirle o para lo que la va a utilizar prácticamente –no se puede usar lo que no se tiene−, es que tiene una razón intacta, espiritualmente inmaculada, una razón pura: esto es, una razón analfabeta.
Y ésta es su bienaventuranza. No es que no pueda conocer el mundo; sino que lo conoce puramente: de un modo espiritual exclusivo, no literal o letrado o literaturizado todavía.
La razón del niño es una razón puramente espiritual: poética. El niño piensa solamente en imágenes como, según Goethe, hace la poesía: y piensa imaginativamente, sin duda, aun antes de vocalizar su pensamiento; y cuando lo empieza a vocalizar, grita.
Dice San Antonio, que un llanto, un gemido, son una voz, que lo es también un grito.
El niño dice a voz en grito su pensamiento. Y empieza a entender de viva voz el nuestro, mucho antes de usar, de utilizar, su razón pura: de impurificarla.
¿Y qué hace el niño con su razón, si no la usa, si no la utiliza? ¿Que qué hace? Pues lo que hace con todo: jugar. Juega.
El pensamiento es todavía en el niño, mientras es niño, un estado de juego. Y el estado de juego es, siempre, en el niño, un estado de gracia.
Un abrazo
Goyo
2 diciembre, 2014Días y días entre semana despertaba de madrugada, en guardería de infantes, la niña Amanda. Sus padres la dejaban envuelta con edredón de color sobre cuna de lamas.
Mi niña querida, carita del alma, le decía su madre, duerme y descansa, que cuando venga a buscarte te traeré una “chuche” de dulce de caña.
Mi amada Amanda, juega en la “guarde”, le decía su padre, que al final de mes te haré un regalo envuelto en piel.
Niña de plata, espejo de agua, decían sus padres. Espéranos aquí, que cuando limpiemos cristales, de las torres más altas de la gris ciudad, soñaremos con verte en espejos dorados del celeste Madrid.
¡Tristeza de sociedades opulentas que esconden necesidades del corazón con argumentos de “razón”!.
Mariana
4 diciembre, 2014Tengo la impresión de que la inmensa mayoría de los que nacemos en este mundo, aunque con pocos kilos y con cara de inocentes, más que puros, lo que traemos es amnesia. Poco a poco, gracias a la leche de nuestras madres, o a esa llamada «Nativa» ( la del bote) y al aire que respiramos, vamos despertando las memorias dormidas. Unas pesan como demonios y se les llama pasivas; te pegan al suelo, te aprietan los zapatos, la cintura y el cuello, son reincidentes (ya lo decía mi abuela), cansinas y puñeteras. Otras, sin embargo, llegan ligeras, tanto, que vienen del futuro, van y vienen, revolotean, pasan hilvanes, unes fronteras, queman la pólvora de las vengalas y alumbran cumbres que nos esperan. Estas son las mejores. Estan vienen cada vez con más fuerza y los niños, a pesar de sus padres, de las escuelas y de la tele, las irán eligiendo y transformarán, dirigiendo hacia el aire, hacia el cielo del mundo sus ojos nuevos.