Párrafo 7.5
7.5 «La memoria es una forma de retener y utilizar información que en principio ha sido capturada por los sentidos, pero ni la fidelidad de los sentidos ni la pureza del receptor (contaminación por informaciones previas) garantiza que se pueda reproducir lo que se ha retenido. En ello influyen diversos aspectos como la independencia idiomática de cada individuo, el estado de alteración emocional en que se recibe, el aspecto utilitarista que se dé a la información, la valoración previa que se haga del medio emisor, el grado de implicación subjetivo… A ello se debe añadir que cada sentido interviene en la memoria de manera complementaria y a veces protagonista; hay personas que tienen una inclinación al adiestramiento memorístico ritual y son capaces de retener hologramas complejos en pocos segundos; entre este tipo de gente cabe añadir que algunos fotografían en instantes estructuras gráficas, y son incapaces de recordar imágenes especiales con perspectiva».
COMENTARIO DE EL AVENTURERO
¿Qué valor damos a nuestros recuerdos? ¿Qué peso específico tiene la memoria en la formación de nuestras acciones?
Los mecanismos que empleamos para captar y recuperar la información a través de los sentidos debería representar el primer campo de interés para todos aquellos que estamos interesados en entender el mundo en el que vivimos. Es nuestra responsabilidad conocer procesos tan influyentes sobre nuestro funcionamiento. Y debemos por ello conjurar nuestros esfuerzos para tratar de reflexionar sobre estas cuestiones, pero asumiendo que vivimos en una época donde son más las preguntas que las respuestas.
¿Qué papel juegan las emociones en la memoria? ¿Y en la percepción? ¿Nuestros juicios previos subjetivos limitan nuestro campo de percepción? ¿Tienen los sentidos un papel protagonista al reproducir un recuerdo?
El autor insiste en el papel destacado que tiene cada sentido en la reproducción de lo que se ha retenido. Poco es decir que vivimos en un mundo de imágenes y un mundo de imágenes vive en nosotros. Y los sentidos parecen tener un papel protagonista en la formación de dichas imágenes, al tiempo que nos permiten recuperar e interpretar estos recuerdos.
¿Los sentidos captan lo que nos rodean o la dirección del movimiento en el cual el ser es llevado?
Ahora, vayamos a buscar «las llaves de los caminos hermosos… Más allá de las apariencias, vayamos a buscar la verdad, el gozo, el sentido oculto… de todo lo que está sobre esta tierra encantadora…».
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18 Comentarios
El árbol
11 mayo, 2014Para que exista consciencia de que tenemos memoria es necesario recordar lo que se ha percibido.
La percepción es siempre múltiple.
Cuando se intenta sentir a través de un solo sentido, uno se da cuenta de que efectivamente la sensación de esa percepción aparentemente lineal, se multiplica en varias conexiones cuando se es consciente.
Esa percepción múltiple que está siendo procesada no es sólo externa, sino que es a la vez el reflejo de la respuesta de partes internas de nuestro cuerpo.
Por ejemplo, en silencio, de noche, o aislados, escuchando sonidos, intentando dejarse llevar por ellos sin ninguna interferencia del pensamiento, el cuerpo reacciona, cambia la temperatura, si el sonido es agradable cambia el tacto de nuestra piel, puede mostrarse relajada, puede ponerse de “carne de gallina”, podemos producir lágrimas o sonreírnos. Además, aún sin quererlo, empiezan a activarse otros sentidos.
Quiero decir, que simplemente sin asociar a lo percibido en un instante ningún elemento anterior, -por ejemplo, lo que observamos en los niños, o lo que sucede cuando nosotros mismos experimentamos algo nuevo por primera vez, la retención y por tanto, la memoria de ese momento, es ya el resultado de la integración de emociones y sentimientos internos en respuesta a lo externo.
Por eso creo que me gustaría cada vez más liberarme de recordar mis estados ante un suceso perceptivo porque parece necesario enfocar las memorias a la escucha, pero no sólo con el oído, sino con todo el cuerpo.
Memorizar cómo estaba, cómo está, cómo es, el espacio por el que nos movemos, qué es lo que dice la tierra que piso, el aire que llega, el agua que bebemos y los fuegos también. Todo lo que se va quemando y cómo entonces se transforma el paisaje.
Así sabríamos cómo se presenta el futuro, imprescindible para movernos en el intento de transformarlo o potenciarlo si es ese el caso.
La mayoría de las veces la naturaleza nos está gritando, tanto el cielo como la tierra. Y hay demasiados rastros que van quedando en su memoria, la del mundo en que vivimos.
Sin embargo eso no se recuerda si el sujeto no es protagonista, no queda en la memoria lo que no consideramos nuestro y lo olvidamos pronto.
Parece que sólo lo marcamos si psicológicamente nos ha afectado personalmente.
Creo que para recordar hay que ser asépticos, tanto como podamos. Es al menos una de las formas de introducirse en la memoria de lo de fuera y eso requiere un olvido del uno requisito para la visión del otro y de lo otro.
Hace poco me encontré con un árbol único en el mundo, y me atrevería a decir que único en el universo, no hay otro igual en otra parte. Todo el tiempo que estuve cerca de él, pensaba en la memoria de ese árbol, también en el porqué de su obstinada permanencia. Un árbol quizás tan vivo aún porque crece de arriba hacia abajo! y torpe de mí, lo estaba viendo y no me daba cuenta, necesité mucho más de una mirada, necesité que me hablara. ( y no sé si es así su crecimiento verdadero, pero al menos es cierto que parte de él renace de esa manera.)
No sabía nada de él antes de verle, sólo su nombre, y aún me resisto a leer lo que otros han dicho. Pero en una segunda parte, menos ligada a la memoria y más a la curiosidad sí que me enteraré de quién es ese árbol según los otros.
Es una forma de conocimiento muy primitiva, mirar, tocar, escuchar, oler.. desde distintos ángulos, tal vez en distintos momentos del día, cuando la luz ofrece juegos diferentes. También es posible disfrutar de las interacciones entre él y otros animales, de él y su universo de alrededor. ( una mañana había a su lado un pequeño petirrojo bello! que le cantaba, solos los dos, hablándose)
Es una pena que no haya ningún bosque, porque entonces las nubes que le cubrieran serían también únicas.
El árbol ya forma parte de mi memoria, quizás porque ya lo estaba y lo había olvidado.
Ese árbol tan anciano, tan niño, que aún habla.
Afrodita
11 mayo, 2014Puede que nuestros recuerdos estén trucados, y nuestras emociones y nuestros sentimientos también lo estén.
¿Pero quién o qué los tergiversa?
¿Quién o qué puede desvelarnos dónde está la trampa?
¿Dónde ir a buscar la objetividad desapasionada que nos saque del laberinto en que se interfieren y enredan recuerdos y emociones y sentimientos que a su vez, unos y otros, condicionan el fluir y el funcionamiento de los demás componentes de ese todo?
¿Existe alguien en el mundo que pueda decir a otro ser humano estás recordando mal, o tus emociones son injustificadas, o tus sentimientos son erróneos?
¿Alguien puede desplegar frente a mí lo que tal vez (pero cómo saberlo) son mis verdaderos recuerdos y sentimientos y emociones y decirme “mira, pedazo de tonta, estos, los que yo te estoy mostrando son LA VERDAD”?
Y que me desprenda de los que habitan en mí, y los tire a la basura. Y que los olvide para remplazarlos por otros distintos que… ¿de quién serán?
¿Quién tiene una verdad que sirva para otro?
Otra cosa:
“Esta tierra encantadora”.
Aventurero, no vivimos en la misma. Te diría “pon la tele”, pero comprendo que es una frase muy manida.
Claro, que si ello quiere decir que estamos inmersos en un encantamiento…
¿Quién lo desencantará?
Ines
12 mayo, 2014Lo de si alguien te diría cuales son tus verdaderos recuerdos, ya lo están haciendo. Te enchufan a una maquina, como en las pelis, y te dicen que es lo que recuerdas, y cuanta memoria te queda todavía…, de todo sacan estas maquinitas..
Pero es verdad que las memorias son falsas en un porcentaje elevado, ¿quiere eso decir que somos especialistas en el autoengaño? creo que sí que un poco impostores somos con nosotros mismos
Los ingleses lo llaman fake memory, vamos que te inventas lo que pasó, y parece que lo hacemos todos, hasta los individuos esos reconocidos con memoria de elefante que son capaces de decirte lo que desayunaron hace 15 años (risas) pues también se inventan recuerdos. Esto que es así, tiene importantes consecuencias ¿es verdad lo que nos cuentan los «testigos»? por ejemplo. Y pasa que cada uno cuenta la peli como le interesa aparecer en ella … es decir que somos un poco mentirosillos… y teatreros.. mientras eso no perjudique al vecino, allá nosotros y nuestros cuentos, lo malo es cuando acabamos creyendolo de verdad…¿no?
Y además cuando también nos inventamos lo que sintió o percibió el otro, el que estaba con nosotros! jajja, cómo somos…, mejor que empecemos a desentrañar ya esa memoria, que estamos todos muy amnésicos y así nos va..
Un abrazo
Ni ALFA, ni OMEGA
16 mayo, 2014La/as memoria/as no son falsas, lo que sucede es que están mal recuperadas o deben atravesar mucha suciedd. O sea, las memorias son verdaderas, pero nosotros las fantaseamos.
Ni ALFA, ni OMEGA
11 mayo, 2014«Entre todos le enseñaron, y ella sola lo aprendió». Traducción esta de una máxima habitual entre los indígenas de una tribu al oeste del Amazonas. Cuentan los chamanes que esa virtud del recuerdo convertido en conocimiento deviene de estar alerta a los signos de la naturaleza que te rodea. Alerta «con los cinco, o seis, sentidos», que ellos llaman «contactos». Estiman que la naturaleza está en nosotros/ellos, y que solo se necesita atención/contemplación para entrar en comunicación clara, y de ahí generar impulsos en la memoria. Dicha percepción debe partir de todos los sentidos, y así encontrar un resumen de todos ellos que se aloje en el «gran sentimiento» para permanecer en él.
No está ello alejado de lo que uno ha ido experimentando y tratando de encontrarle sentido a lo que más nos impacta y en nosotros se perpetúa. La bioenergética enseña algunos trucos o procesos para hacerlo posible, las distintas prácticas de trabajo con el cuerpo y la fijación retentiva del entorno, contribuyen a ello. Poco a poco se van adhiriendo capas perceptivas a ese proceso de permanencia. Cada experiencia, si no se desperdicia, abandona, olvida, puede ser guardada y trabajar como elemento comparativo para el conocimiento de otras sensaciones/experiencias.
Mariana
12 mayo, 2014Hola. Me gusta mucho la foto.
Afrodita, ayer me encontré en la tele un documental dedicado a unos reporteros gráficos, grandes amigos por lo visto, que formaron un grupo «The Bang Bang Club» y recorrían juntos de forma temeraria los barrios de Johannesburgo y alrededores -en tiempos del Apartheid- mostrando al mundo con sus instantáneas las brutales atrocidades que los hombres y también las mujeres son capaces de cometer. En esta ocasión, lo que yo vi, eran negros contra negros y mujeres contra mujeres.
Uno de los periodistas era un tal Kevin Carter, que después de recibir el Premio Pulitzer en 1994, se suicidó -poco antes de que Mandela ganara las elecciones-.
Algunos compañeros suyos comentaban al respecto, cómo les había marcado la vida el recuerdo siempre presente de aquellos acontecimientos y la actitud que habían mantenido detrás de la cámara, sin hacer nada, pudiendo quizás, algunas veces, haber evitado una desgracia, sólo por registrar una imagen para el mundo.
Esta situación puede resultar muy extrema, pero me hace pensar que si este hombre, en vez de esperar a que el buitre encontrara el momento de arremeter conta su débil presa, hubiera dejado la cámara para abrazar a ese pequeño sin preguntarse si viviría o moriría igualmente, siguiendo un impulso de amor, es probable que al menos se hubiese salvado él y ahora seguiría vivo.
Volviendo a una realidad más cercana, pienso en la importancia que tiene la entrega para hacernos libres, para sacudirnos el peso de «lo nuestro». Siento lo DIFÍCIL que resulta sólo intentarlo, pero me está pareciendo que los tiros van por ese lado.
Un abrazo.
Afrodita
12 mayo, 2014Es difícil pasar a palabras el pensamiento, y cuando se intenta se da uno cuenta de que la interpretación que otros dan a esas palabras no tiene nada que ver con qué se pretendía.
Lo que he tratado de expresar es, en mi sentir (que es el único del que puedo, aun con limitaciones, decir que conozco), bastante terrible.
Bastante terrible porque no se puede mostrar ni demostrar. Es, por poner un ejemplo que no va a arrojar luz sobre mi intento, como contemplar una escena de apariencia inocente, o anodina, y estar percibiendo en ella una especie de entrelineas que quisiera no verse y la transforma (a los ojos de uno que son para bien o para mal los que uno tiene) en algo que, sin poder precisar un porqué, duele. Y duele con un dolor que no es de uno — uno tiene sus propios mecanismos para soportar el dolor propio — sino un dolor que se me ocurre llamar cósmico.
Otra cosa es fantasear. Pero no estoy hablando de fantasear.
Mariana, también yo miré el documental que dices. Pero no podía soportar no ya las escenas que mostraba, sino los criterios, ni los planteamientos ni las justificaciones de aquellos fotógrafos para anteponer la “calidad” de su trabajo a la posibilidad de hacer un “algo” que, posiblemente, no hubiera quedado registrado, documentado en ninguna parte.
Algo tan pavoroso como que si no va a quedar constancia ni reportar gloria alguna, para qué hacerlo.
Y apagué la televisión.
Rafa
12 mayo, 2014Que el recuerdo, va cargado de componentes (emocionales, neuronales y educativos) que le alejan del suceso que lo produce, es un hecho que casi nadie duda.
sin embargo, se prioducen recuerdos, que se han trasmitido de forma oral de generación en generación, como son determinados cuentos populares, leyendas o mitos.
El resultado de esta trasmisión, en casi todos los casos es edificante, pues el cuento o leyenda suele ser infinitamente mas bonito, en cada generación que lo trasmite (normalmente a través de los abuelos, más que de los padres).
De manera inversa, un recuerdo mal utilizado, de un hecho que cuando sucede podría no tener demasiada carga, acaba siendo un lastre para la evolución de la sociedad.
Reflexionando sobre este hecho, se puede decir que la biología está a nuestro servicio, para impulsarnos o pararnos.
Un ejemplo claro lo tenemos en como Lorca, a través del recuerdo de un hecho luctuoso acaecido en Almería, consigue transformarlo en verdadera obra de arte (Bodas de Sangre).
Por tanto el recuerdo de las cosas, y sobre todo de las personas nos debe de servir para embellecerlas, y trasformarnos a nosotros mismos.
* La palabra recuerdo, como probablemete sabreis se compone de la partícula Re (nuevo), y de la palabra latina Cordis (corazón), la simbología es que el recuerdo es un nuevo corazón.
Un abrazo
Mariana
13 mayo, 2014Precisamente por eso me resultó interesante, porque la conclusión que saqué fue, que precisamente por no hacer ese «algo» que hubiese quedado oculto a los ojos del mundo, sin obtener reconocimiento social para su persona, se negó la generosidad y la entrega a ese niño que se veía en la foto, pasto de los buitres, empobreciendo así la energía del prana, que no se ve pero que es vital. También vital para él, que perdió del todo las ganas de vivir y se mudó al otro barrio, como si allí estuviera garantizado que se olvida todo.
Nuba
13 mayo, 2014Me gusta cuando los aventureros nos invitan al debate, porque sí que nos invitan.
Ha habido en concreto, un comentario de hace poco, de la semana santa, magnífico, largo, preciso, bien explicados sus argumentos y sólo se obtuvieron dos comentarios, así es que también es responsabilidad de los que leen y de los que comentamos que cada uno salgamos por peteneras ( es un decí) y no sepamos mantener un diálogo.
Coincido contigo, Aventurero, en la importancia de entender los mecanismos que intervienen en el aprendizaje y la memoria, en la memoria y las patologías cerebrales, en la memoria y la conexión entre el cerebro y otras partes del cuerpo, en la memoria y la enfermedad, etc.. comprendiendo como funcionamos, quizás entenderíamos mas de los mecanismos.
Por supuesto que hay preguntas y siempre las habrá, pero también hay respuestas, cada cual debe ir a buscar esas respuestas creo yo, donde más disfrute, porque si a uno la neuroquímica, por poner un ejemplo, ( risas) le parece un rollito, pues es que no va a abrir esos tochos de libros que a mi me encantan, y si otros se pierden en la filosofía..-como una-.
( poca base de partida o malos profes, es ya una mala «memoria») pues leeremos a los poetas o a los músicos y sus letras..
Porque la pregunta esa de qué es lo que recordamos de quíenes somos, y el papel de la memoria en nuestro recorrido futuro es tan esencial.. que el autor en cada capítulo la menciona.
La memoria tiene que ver con la adquisición de los lenguajes y al revés.
Y a mí me gustaría hablar de una «memoria concreta» y no desde la neuroquímica, sino desde mi propia filosofía o chascarrillo o como queráis- especulación.
Es concretamente referente a una frase que me es antipática, porque la he oído ya tantas veces …
Si os animáis a hablar ( los que no hablan) de memorias… varias… haría una disertación alrededor de esta frase (que por cierto también aparece en el libro, lo se)
«Entonces la mujer de Lot miró atrás… y se convirtió en estatua de sal»
Es que en su día hice una investigación privada y claro, hay tantas interpretaciones…. lo que me sorprende es que siempre se manipula la frase cuando alguien quiere que te olvides del pasado, del que el otro quiere que tú olvides. Por lo que creo que la frasecita toca la memoria de Lot, de su mujé , del dios que castiga y del que te advierte porque te quiere bien, y es, ya digo, interesante.
Animarse no?
Beucis
16 mayo, 2014Se entiende que la memoria esté condicionada por nuestro estado; querer ser objetivos y recibir información fiable con instrumentos que manejamos desde nuestra impureza es dificultoso. El texto es claro: tendríamos que ser un receptor limpio y apto para poder disponer de un buen criterio de discernimiento; para no contaminar ni ser contaminado. Son muchos los recuerdos que lastran ; muchas las acumulaciones que obturan y distorsionan.
Pienso que en nuestra mano está la posibilidad de cambiar; de ponernos en disposición de recibir memorias limpias que se encuentran a la espera de nuestros cambios. Mnemosina cortando los hilos a las arañas de la memoria pasiva, que enredan y que impiden. Pero nosotros tenemos que querer y darnos la orden para poder y eso cuesta porque conlleva responsabilizarnos. Memoria y conocimiento correcto nos hacen enfrentar con nuestro pasado y futuro; también con nuestro bien y mal hacer
Si nuestros sentidos se limpian, podremos fotografiar el instante; también imágenes especiales con perspectiva. La memoria no se nos escapará; no nos hará enfermos incapaces de reconocernos y de reconocer a nuestros seres queridos; no se vengará de nuestros olvidos voluntarios, de nuestra distorsión de lo vivido porque es cómodo, porque nos gusta el recuerdo de vivencias pasadas, distorsionadas a nuestro antojo, porque en ellas nos mostramos y mostramos la vida no como fue si no como a nosotros nos hubiera gustado que fuese. Y acabamos creyendo la impostura. Y la perpetuamos.
La mujer de Lot desobedece al Mensajero, al angeloi , y mira atrás: a lo pasado, a la memoria pasiva; queda convertida e estatua de sal, o lo que es igual en la involución, en el pecado. Perseo baja al Inferus, a su interior, en un viaje iniciático que puede ser un referente. No deberá enfrentarse, ni afrontar a la memoria pasiva, la Medusa, una de las Gorgonas que era mortal.; sólo podrá mirarla reflejada en el escudo de Minerva. En el Juego de la Oca se nos recomienda evitar el pozo pero si caemos en él no fijar nuestra mirada en el fondo. Siempre hacia arriba y esperar el rescate. Igual que en las depresiones
Se entiende que la memoria esté condicionada por nuestro estado; querer ser objetivos y recibir información fiable con instrumentos que manejamos desde nuestra impureza es dificultoso. El texto es claro: tendríamos que ser un receptor limpio y apto para poder disponer de un buen criterio de discernimiento; para no contaminar ni ser contaminado. Son muchos los recuerdos que lastran ; muchas las acumulaciones que obturan y distorsionan.
Pienso que en nuestra mano está la posibilidad de cambiar; de ponernos en disposición de recibir memorias limpias que se encuentran a la espera de nuestros cambios. Mnemosina cortando los hilos a las arañas de la memoria pasiva, que enredan y que impiden. Pero nosotros tenemos que querer y darnos la orden para poder y eso cuesta porque conlleva responsabilizarnos. Memoria y conocimiento correcto nos hacen enfrentar con nuestro pasado y futuro; también con nuestro bien y mal hacer
Si nuestros sentidos se limpian, podremos fotografiar el instante; también imágenes especiales con perspectiva. La memoria no se nos escapará; no nos hará enfermos incapaces de reconocernos y de reconocer a nuestros seres queridos; no se vengará de nuestros olvidos voluntarios, de nuestra distorsión de lo vivido porque es cómodo, porque nos gusta el recuerdo de vivencias pasadas, distorsionadas a nuestro antojo, porque en ellas nos mostramos y mostramos la vida no como fue si no como a nosotros nos hubiera gustado que fuese. Y acabamos creyendo la impostura. Y la perpetuamos.
La mujer de Lot desobedece al Mensajero, al angeloi , y mira atrás: a lo pasado, a la memoria pasiva; queda convertida e estatua de sal, o lo que es igual en la involución, en el pecado. Perseo baja al Inferus, a su interior, en un viaje iniciático que puede ser un referente. No deberá enfrentarse, ni afrontar a la memoria pasiva, la Medusa, una de las Gorgonas que era mortal.; sólo podrá mirarla reflejada en el escudo de Minerva. En el Juego de la Oca se nos recomienda evitar el pozo pero si caemos en él no fijar nuestra mirada en el fondo. Siempre hacia arriba y esperar el rescate. Igual que en las depresiones
Ni ALFA, ni OMEGA
16 mayo, 2014Me decía un gurú de origen paraguayo que conocí al norte de Argentina:
«Cuando llega la verdad, todo es verdad y lo seguirá siendo»
Nuba
16 mayo, 2014La mujer de Lot ha seguido su camino, sólo fue un instante de desobediencia, y en él, se enfrentó a la muerte, pero hace tiempo que la sal se ha derretido por el calor del desierto y si no fue sal y fue polvo, su memoria, su éxodo, el de todos los éxodos y el de todas las huidas hacia adelante, sigue en la memoria de los que aún somos peregrinos.
Volverse a mirar hacia atrás, tiene muchos significados, y también uno de ellos pudiera ser quedarse en el pasado, hay de todo, gente que se estaca en lo que no pudo ser y pasa una fase de cristal, de parada, una fase irreal porque todo sigue y va a seguir fluyendo hacia adelante.
Un tercer ojo en el pasado que mire desde allí los puentes del futuro, debidos al reconocimiento, a la experiencia y a la cura, sería una bendición.
Anna Ajmátova y mi adorada Wislawa ponen su alma en la mía en la memoria de Yrit, o Edith, o Maria, o Ella, la que vivía en tierras de Zigurats, la que empezaba una y otra vez hogares en medio de luchas territoriales que le eran ajenas . Quizás su muerte nos enseñó a los demás a seguir amando en el vivir
» Tal vez miré atrás por curiosidad»…..
..En mi camino aparecieron serpientes,
arañas, ratones de campo y polluelos de buitre.
Ni buenos, ni malos; simplemente lo vivo, todo,
brincaba y se arrastraba por un temor colectivo.
Miré hacia atrás por soledad.
Por la vergüenza de huir a escondidas.
Por las ganas de gritar, de regresar.
O porque justo entonces se soltó el viento…»
( leedla entera) Wislawa Zszymborska
Y aquí está la de Anna:
Y el hombre justo caminaba detrás del mensajero de Dios
enorme y brillante, por la montaña negra.
Pero una voz insistente le dijo a la mujer:
no es demasiado tarde, todavía podés mirar
a las torres rojas de tu Sodoma nativa,
a la plaza donde cantabas, al patio donde hilabas,
a las ventanas vacías de las amplias casas
donde diste a luz a los hijos
para tu esposo querido.
Miró – y encadenados al dolor mortal
sus ojos no pudieron ver más;
y el cuerpo se hizo de sal transparente,
y sus piernas veloces se adhirieron a la tierra.
¿Quién llorará por esta mujer?
¿Qué tanto vale esta pérdida?
Sólo mi corazón nunca se olvidará
a la que dio su vida por una sola mirada.
( versión de Natalia Litvinova)
Ni ALFA, ni OMEGA
16 mayo, 2014¿Y qué me dices de éste poema poco conocido de Miguel Hernández?
«Cuatro conciencias
simultáneas enrédanse en la mía!
Si viérais cómo ese movimiento
apenas cabe ahora en mi conciencia¡
Es aplastante¡ Dentro de una bóveda
pueden muy bien
adosarse, ya internas o ya externas
segundas bóvedas, más nunca cuartas;
mejor dicho, sí,
más siempre y, a lo sumo, cual segundas.
No puedo concebirlo; es aplastante.
Vosotros mismos, a quienes inicio en la noción
de estas cuatro conciencias simultáneas,
enredadas en una sola, apenas os teneis
de pie ante mi cuadrúpedo intensivo.
Y yo, que le entrevisto (Estoy seguro)!
Atila
17 mayo, 2014Y en el sueño, el pequeño grano de grasa en l cabeza empezaba a crecer y se hizo tan grande como una castaña, no se atrevía a peinarse y siempre dormia del otro lado yprocurabaataparloo para que nadie lo viera. Alguien le dijo:
-Tienes que ir a quitarte ese tumor y entonces ella lo apretó un poco y salió disparado un chorro de grasa con pus y seguía saliendo hasta que todo el pelo se imprego de aquello y los que estaban allí no querían limpiarlo por asco, pero mientras manaba aquello se sintió liberada.
-Serára el límbico igual que cuando esta tan lleno necesita vaciarse y cada vez que sale una memoria, un rencor, una frustración hay como una crisis y no te encuentras nada bien pero una vez vacío empiezan a salir ideas nuevas , ya no hay rencores, de la frustración sacaste tantas cosas que te han ayudado a través de la vida, los recuerdos amargos te han servido para crecer y llenar al límbico con sabiduría y le dices muy bajito:
¡Hemos ganado!
Mandrágora
17 mayo, 2014En este apartado el autor nos muestra cuán relativo es el pensamiento que se genera a partir de la recepción de todo lo que nos viene vinculado desde los sentidos. El pensamiento parece que se genera si no de forma única, sí contando con una doble entrada de reacciones: desde lo externo, modificando e incidiendo en la elaboración racional que se hace y el tratamiento que se le da contrastado con lo ya asimilado en cada uno previamente, y desde lo endógeno, que hace modificar las reacciones y transformar el uso racional que se le pueda dar posteriormente. Me explico.
Todos sabemos que un pensamiento puede llegar a crispar y tensarnos de manera obsesiva en una dirección o puede lograr distender y favorecer un estar diferente, según el tratamiento que se le dé; todos sabemos que dependiendo de cómo se respire se genera una forma de sentir u otra; todos sabemos cómo en función del tratamiento postural que se le dé al cuerpo se produce un agarrotamiento llegando a tensionar y obstaculizar o, por el contrario, puede favorecer la entrada de otro tipo de sensaciones; una mala digestión, un estado de somnolencia, el miedo, la risa…El mundo exógeno induce a que las tribulaciones posteriores estén muy mediatizadas; y desde lo endógeno es algo que voluntariamente puede estimularse en muchos casos para provocar una transformación. Llegados a este punto no es difícil cuestionarse la interpretación de lo que se siente, y cabría plantearse entonces que la efectividad que se busca para llegar a una forma de estar es la misma relatividad que debiera darse al pensamiento que surge como consecuencia y, por tanto, la identificación que te hace sentir como algo genuino y propio de tu personalidad cuando está tamizado por cómo interactúa todo un mundo de percepciones.
En otro momento el autor dejó escrito: «El hombre no es sus pensamientos aunque estos incidan en la composición de su mente. Podemos identificar a un piloto con su avión, pero no son una misma cosa».
Rafa
18 mayo, 2014Excelente comentario, Nuba, y de una gran belleza poética el intento de redimir el pecado de la bíblica Yrit (la mujer de Lot).
Solo se me ocurre transcribir un poema de Anna Ajmáyova en el que concibe esa misma vibración.
Cánción del último encuentro.
Ligeros aún mis pasos, el pecho
se me heló, me quedé como lerda.
Me puse tal si fuera el derecho
el guente de la mano izquierda.
Muchos escalones creí en el umbral,
bién lo sabía ¡ sólo tres eran ¡
Entre los arces un murmullo otoñal
exclamó » Muere conmigo compañera.
Yo fuí engañado por mi malvado
destino en caprichoso castigo.
Yo respondí «Amado, amado,
y yo también. Muero contigo…»
Del último encuentro es la canción.
Hacia la casa oscura miré enfrente.
Solo ardían velas en la habitación
de una luz amarillo indiferente.
———————————————
¿Que conoce esta mujer
de la hora de la muerte?.
Ossip Mandelstam
Un abrazo
Ramón G. S.
21 mayo, 2014¡Magnificos comentarios de los contertulios! Aportáis un montón de cosas. Gracias!