Párrafo 4.21

4.21 «Todo es cambiante en el ser humano y hasta su yo esencial está esperando para trascender a otro estado. Las pasiones, los estados de confusión que ligan el hombre a la materia, cegarán los espacios y dificultarán la llegada a la orilla en la que espera la metamorfosis. Un deseo incumplido levanta una barrera, una deuda que debilita y orienta la conducta hacia la satisfacción de una ilusión incumplida que puede ir creciendo hasta convertirse en una necesidad. El estado habitual de la mayoría de las personas ronda el sufrimiento, lo intuyen como un presagio secuencial».

COMENTARIO DE EL AVENTURERO

El organismo humano es un complejísimo sistema de reacciones en cadena regulado al milímetro por un equilibrio dinámico de secreción y comunicación de sustancias que dirigen y fomentan o paran dicho circuito de reacciones.

Todos nuestros pensamientos, nuestras emociones, las sustancias que ingerimos y en general todos nuestros hábitos de vida influyen en ese equilibrio. Este «medio ambiente» genera la síntesis de determinadas sustancias y puede hacer que algunas reacciones en cadena frenen o sigan un camino en vez de otro. Y así se genera una tendencia que cuanto más se produce, más nos acaba acostumbrando y más dependientes nos hace. Por lo que puede ser una de las razones por las que el deseo da paso a la necesidad y llega a enfermarnos.

Toda nueva actitud o cambio genera un periodo de abstinencia bioquímico que hace que nos sea más difícil evolucionar y conviene tenerlo en cuenta para hacer acopio de fuerza de voluntad si queremos modificar los hábitos ya adquiridos.

Somos adictos a nuestro carácter y a lo que consideramos nuestra forma de ser y como en cualquier adicción, nos reafirmamos pensando que es así como debemos ser.

Acompañamos el miedo de creer que no podemos cambiar con el que tenemos a perder nuestra identidad y en general le sumamos la creencia de que no debemos hacerlo. Como si la metamorfosis en vez de evolución, conllevara falta de respeto.

Quizá si nos diera menos miedo perdernos con tanto cambio ansiaríamos menos esos anclajes de estaticidad que parecemos buscar. A lo mejor la estabilidad no debería ser inmóvil sino metamórfica.

Añade a tu lista

14 Comentarios

  1. Diodoro
    16 diciembre, 2012

    El enfrentamiento con la muerte es sólo uno de los aspectos de la experiencia psicodélica del renacimiento, la lucha por renacer, donde se revive el trauma del nacimiento. En ese proceso, la muerte, el nacimiento, y el alumbramiento, están íntimamente ligados. La situación que indica el autor de sucesión de sufrimiento físico y psíquico extremo es seguida por experiencias de liberación, nacimiento o renacimiento, acompañadas de visiones llenas de una luz blanca o dorada, muy brillantes.
    Tal amalgama da como resultado una sensación de destrucción de la estructura de la personalidad antigua y el surgimiento del ser. Este proceso mantiene una curiosa relación con las descripciones ancestrales de los acontecimientos que marcan la iniciación chamánica, los ritos de paso, los misterios de los templos y las religiones extáticas de muchas culturas antiguas pre alfabetizadas.

    Contestar
  2. José
    16 diciembre, 2012

    Este parrafo del autor me remite a la tristeza. La tristeza y el fracaso. De otro parte el grito y el anhelo. Me propone este parrafo, otra vez, la libertad. La alegria como liberación. El «zapateo» de la consciencia. La metamorfosis a traves del canto, del ritmo, del olvido cuando se gira el cuerpo, cuando se exuda el silencio. La poetica que hay en cada rezo sentido. En ese aluvión de fuerza de la voluntad en la libertad.

    Contestar
  3. Rafa
    16 diciembre, 2012

    Parece que todo es cambiente en el Universo, (el mismo suceso nunca se produce en dos ocasiones), y este parámetro es igualmente válido para el ser humano, la diferencia estriba en que éste normalmente no lo acepta, y no lo aceptamos por orgullo, porque pensamos que podemos controlar, dirigir y apropiarnos de este cambio hacia una meta determinada en beneficio nuestro o de otros (deseo), por lo que nos creamos necesidades adaptadas a ese deseo, con lo que detenemos o intentamos deterner ese proceso y como consecuencia en vez de entrar en el trinomio muerte/nacimiento, nos suicidamos.
    Los antiguos griegos entendían que de alguna manera los dioses juegan con los humanos, y yo opino que cuanto antes aprendamos a jugar con ellos, mejor.

    Contestar
  4. Inés
    17 diciembre, 2012

    Mi traducción:
    «que muero porque no muero».
    (es bonito después de que viniera tan rápido a la punta de los dedos, haberlo buscado de nuevo, haber recordado que no lo había vuelto a leer desde los quince)

    Algo más hay en el mensaje. Una sutileza «esencial» para mi entendimiento
    pero esa no la puedo expresar filtrada, tengo que dormirme para soñarla.

    Contestar
  5. Bhakta
    17 diciembre, 2012

    Ahora entiendo con más claridad la importancia de la «ecuanimidad».

    Contestar
  6. Atila
    18 diciembre, 2012

    Siempre he sentido aberracion por las arañas, he vivido en el campo y las veía trabajando en las cuadras sin cesar haciendo sus hilos pero a pesar de eso sentía curiosidad. ¿Porque a su trabajo los llaman telas en vez de hilos?. Hor en Estados Unidos están investigando como hacerlas en laboratorios porque son mas resistentes que muchos metales.
    Miedos a la muerte, a la vejez, a que nos ningueneen, a que les pase algo a nuestros hijos, que una amistad se pierda porque ya no queremos complicidad, que entre alguien en nuestras casas a robar. Y la araña igue tejiendo en nuestro cerebro llenándose de telas que no nos dejen ver que hay algo mas.

    Contestar
  7. Atila
    18 diciembre, 2012

    No he podido terminar pero hoy escuche una canción que cuando viví en Italia duro mucho su éxito
    .Se llamaba volar y la traducción mas o menos:
    Volar y cantar en el cielo azul y cuanto mas volaba mas feliz era arriba y cuando atravesaba el sol y ya no veía nada de abajo una dulce melodía le esperaba solo para el

    Contestar
  8. Alicia
    19 diciembre, 2012

    Los deseos. Serán estúpidos, serán una traba para ser libre. Sí, pero quién conoce a alguien que viva sustentado por otra cosa que no sean deseos. El desear hace tener ilusión, y la ilusión es el señuelo disfrazado de esperanza que la a la vida una apariencia (dudosa, pero bueno) de ser algo que merece la pena ser soportado.
    Las mayoría de las personas vive ilusionada y al mismo tiempo temerosa de no conseguir aquello con lo que sueña, y, si lo logra (o acaricia nada más la ilusión de alcanzarlo), surge la nueva angustia de si se perderá o de si a cambio de lo logrado el destino (el sino, que decían los viejos de antes) le cobrará algún tributo con el que no contaba.
    Y así se vive. Haciéndose trampas y sabiendo que se hacen y queriendo al mismo tiempo negarlo no ya a los demás, que viven embebecidos en sus propias trampas, sino a uno mismo en la esperanza (otra vez la esperanza y los deseos y el espejismo de verlos satisfechos) de encontrar una excusa para darse la tregua que dé tiempo para maquinar la próxima trampa.
    Pero hacen falta las trampas para ir tirando. Y quién no sabe hacérselas termina… eso que se suele denominar “muy mal”.
    Así que, por favor, no habléis (no escribáis) haciendo ningún tipo de loa a la ausencia de deseos.
    ¿O es que nadie sabe lo difícil que es vivir sin desear nada, absolutamente nada de lo que la vida puede dar?

    Contestar
    • Luz
      19 diciembre, 2012

      La palabra es la fuerza que deshace el desorden de cualquier caos, y debe ser lo suficientemente precisa como para no equivocar al pronunciarla… Sino es simplemente una idea vaga y confusa
      …o un panfleto oportunista.
      Hay muchas palabras que nacen de una idea o sensación, que hay que vivirlas, experimentarlas, sentirlas, meditarlas…previamente, para poder enviarlas al viento con la voz, o con gestos, o con símbolos…con la suficiente precisión… para que regeneren
      y ordenen otras consciencias.
      El donde, cuando, por qué… qué…
      simétricas.
      esa es su magia.
      Muy pocos nacieron con ese don de saber emitirlas con facilidad y precisión desde su principio sin que pierdan su profundidad, su matiz…su… Llámales bardos, magos, chamanes, maestros, poetas, místicos… porque han experimentado en sus almas de qué van… rápidamente.
      Afro, te deseo unas Felices Navidades o quiero que tengas unas Felices Fiestas.
      Normalmente puedo abreviar con, por ejemplo:… Feliz Año Nuevo.
      ¿Te parece bien mi deseo?, porque mi corazón y mi mente ya lo han invocado… y normalmente evito intelectualismos.
      ¡Glug! E igualmente para todos los demás escritores.

      Contestar
  9. Nuba
    19 diciembre, 2012

    Mi corazón es una bomba de deseos lanzados al espacio en cada latido
    Uno me empuja al baile en la vigilia
    Otro lanza la flecha que me une a ese cielo, me sitúa
    El tercero inunda de aire mis pulmones y me arranca su canto
    El cuarto me mata
    El Deseo me fusiona a aquella Luz que sólo atisbo, materia y energía de lo que soy
    Mis deseos no pesan, flotan conmigo, arden conmigo, allí me esperan

    Contestar
  10. Slurging Soup
    19 diciembre, 2012

    ¿Esta chica Afrodita, habla en serio? Confunde la fuerza oscura del deseo con la voluntad de construír-hacer. Seguro que se inspira en «LA Ley del Deseo», como si eso fuera obligatorio o imposible de no asumir. O sea, Deseo, Luego Existo. Bueno, que eso sea lo que tenemos/en lo que caemos puede. Que sea lo único, no es cierto.

    Contestar
  11. Alicia
    19 diciembre, 2012

    Gracias, Luz, por tus buenos deseos.
    Deseos, hablando de desear…
    Yo también os deseo (bueno, parece insoslayable el desear) una Navidad Feliz a todos.
    Escribí una errata, y como me molestan tanto aprovecho para rectificarla:
    «la ilusión es el señuelo disfrazado de esperanza que da a la vida una apariencia (dudosa, pero bueno) de ser algo que merece la pena ser soportado.»
    Ah, no he visto la ley del deseo; pero me da la impresión de que va por unos derroteros que no tienen nada que ver con qué yo tengo en mente cuando digo «deseo».
    Y no me refiero a «yo deseo» sino al concepto.

    Contestar
    • Luz
      20 diciembre, 2012

      ¡Hola, buenas…! ¿Otro deseo implícito?
      …Y no, cuando el deseo se entreteje entre ruidos de satisfacciones que no dejan volar,
      los huesos que no se llenan de aire,
      las plumas que no se expandan,
      el metabolismo que no vibra…
      el corazón suena por lo bajini….
      Sin pretender levantar un pié…quizás… por ¿pasión? o por ¿necedad-seguridad?…¿?…¡insufrible!
      …¡Así las ilusiones se cumplen más fácilmente!; dentro de lo que cabe, son las más fáciles de cumplir… ¡Anda que es difícil!…ja,ja,ja… el que no lo consigue por las buenas, lo consigue por las malas.
      … Hacer crecer los espacios de un árbol sobre la cima de una montaña…o hacer volar la oca hasta más allá de las nubes… es ¿?
      …peldaños de escaleras interminables…

      Contestar
  12. Diodoro
    22 diciembre, 2012

    «Cómo gozar de la vida sin deseo» (Contra toda creeencia. Vicente Gallego. Kairós)

    «Sigo siendo un gozador de la vida, de la carne, pero ya no hay en mí contradicción, ni deseo, lo cual incluye gozar de todos los deseos, y ver que todos ellos no son más que la vacuidad última del ser. La comprensión de la realidad es una afirmación de todo desde el vacío»
    «Juan Ramón Giménez habla de la unidad de conciencia en ese himno maravilloso que es Dios deseado y deseante. También está Cervantges con el ¡Conócete a tí mismo!, que recomienda el Quijote a Sancho. Y que dice: Has de poner los ojos en quién eres, procurando conocerte a tí mismo, que es el más difícil conocimiento que pueda imaginarse»

    Contestar

Deja un comentario

Ver tu lista

Tu lista

Borrar lista Sobre

Guarda una lista de tus posts favoritos en tu navegador!
Y volverás a encontrar esta lista otra vez la próxima vez que nos visites.

Powered by HTML5 Storage and Rio Loft.

CERRAR

Send your list to a friend

FROM: (Your email): TO: (Your friend's email): Your message:
Send
Sube arribaSube arriba