Párrafo 20.22
20.22 «Lo cierto es que adoptamos comportamientos diferentes ante cada persona e intentamos mantenerlos, a veces por razones conscientes y controladas ligadas a intereses, pero a menudo consecuencia de ritmos difícilmente controlables desde la voluntad. Ante cada persona se producen sinergias o rechazos. Hay presencias que provocan excitación y los labios tiemblan, otras la provocaron, con algunas llueve aburrimiento, algunas siembran inquietud y miedo, otras claridad y sosiego. Son innumerables las razones, pero parece evidente que la energía emitida por los demás altera los niveles endocrinos que alimentan el torrente sanguíneo. Y sucede de forma radical, intermitente y descontrolada.»
COMENTARIO DE EL AVENTURERO
Es indudable que, como explica el texto, somos seres altamente reactivos en la interrelación de unos con otros, y que la enorme y a veces sorprendente diversidad e intensidad de nuestras reacciones suele ser ajena a nuestra voluntad, pues entran en acción glándulas endocrinas y energías sobre las que no poseemos control consciente.
Sin embargo, hay personas que son capaces de modular esas reacciones para lograr asumir con mayor éxito las alteraciones, tanto físicas como emocionales, que les produce cada individuo con el que tratan, accediendo a una mayor compatibilidad energética que facilita la comunicación con un mayor numero y rango de personas. ¿Poseen acaso alguna capacidad de conocer y dominar las reacciones glandulares?
Podría ser, pero creo que lo más probable, y natural, es que poseen una flexibilidad de pensamiento y una capacidad de comprensión muy elevada, son ajenos a los condicionamientos doctrinarios y dogmáticos, y son capaces de abrirse a las emociones que cada ser o cada acontecimiento despiertan en él, sin rechazos y sin modelos inamovibles. Todo lo cual les permite mantener un equilibrio glandular cada vez más afinado y unas reacciones energéticas más sabias y compenetradas.
Acercarnos a este estado de aceptación y de empatía nos haría a nosotros más comprensivos, respetuosos y felices, y al mundo, más habitable.
2 Comentarios
Rafa
21 marzo, 2022Los comportamientos ante los demás, a veces obedecen a razones culturales o educacionales, la pertenencia a un grupo, nos obliga en ocasiones a mantener posturas en consonancia con el ideario del grupo, son conscientes y buscan la empatía con el otro.
Pero hay otros comportamientos inconscientes realacionados con ritmos que vienen marcados por la mayor o menor compatibilidad energética que tenemos con los demas.
Que es la compatibilidad energética?.
Algunas personas poseen una vibración igual o parecida a la nuestra, aunque tambien podemos encontrar frecuencias que si bien no vibran como nosotros, son complementarias.
Cuando encontramos en el otro la misma frecuencia y esa persona vibra igual o muy parecido a nosotros, esas frecuencias se entrelazan una alrededor de la otra como una espiral.
Una vez entrelazadas se va formando un círculo energético que aumenta nuestra vibración particular.
Por ejemplo cuando nos enamoramos y se acerca a nosotros o simplemente pensamos en el otro, aumenta nuestra frecuencia energética, la conexión con el presente y se pone en marcha nuestra expansión energética.
En otros casos, hay muy poca compaibilidad, el caso del niño que dice: a ese otro niño no le dejo el juguete, y se inquieta mucho en su presencia, tanto que se modifican sus glandulas adrenales o la pituitaria.
Menos mal que tenemos la capacidad de ir haciéndonos cada vez mas compatibles con el mayor número de personas, y llegar a que no suceda como dice el autor de manera radical intermitente y descontrolada.
Un abrazo
panacea
24 marzo, 2022Es resultado de algo no previsible lo sentido con cada persona, y dependiendo del momento, del contexto, de lo que se dice, cómo se dice, la apariencia, la voz, la mirada… Es un mundo que no puede aprehenderse; se escurre como agua entre los dedos. Sentimos de determinada forma que muchas de las veces no encaja con la praxis mental que nos hemos hecho de lo que deberíamos sentir, y lo peor de todo es que no lo escuchamos porque no siempre es lo políticamente correcto. Se da el caso de una mujer, que puede sentirse atraída por un hombre en determinado momento y días después producirse rechazo, ¿por qué? Qué sabrá. Es un flujo de idas y venidas que no opera de forma controlada pero que interactúa y define muchísimo. Parece que se es víctima de lo que se siente y no se puede orquestar.
¿Pero qué ocurre cuando sí se puede orquestar? Personas, como se dice, «que chupan cámara» de forma especial y saben que su presencia no pasa desapercibida; personas icónicas o carismáticas allí donde aparecen, o que irradian sensualidad de una forma desmesurada… ¡Qué difícil abstraerse de ese potencial y no utilizarlo en beneficio propio!
¿Y el que es capaz de transformar al otro? El que es capaz de poder sembrar en el otro la capacidad de sentirse bien, de poder elevarle, de lograr que se reconforte en su estado y se aligere de sus propias cargas, ¿no es la renuncia de uno hacia el otro? ¿No es en este caso usar esas múltiples personalidades de las que se nos habla en pos del otro?
Hay un párrafo muy concluyente en este sentido que recoge lo que trato de explicar:
«No se conoce al que se acerca a la verdad por la transparencia de sus rasgos ni por la belleza de sus cabellos ni siquiera por la firmeza de sus ademanes y movimientos, sino por su capacidad de hacer surgir tu transparencia, limpiar tus cabellos y eliminar tu dualidad para que nazca lo seguro».