Párrafo 12.9
12.9 «Se lee en el Libro de los Secretos: “cuando la sangre de todos los humanos se funda en un solo pranayama, se abrirán millones de caminos que lancen sus rayos a todo el Universo, estará naciendo el rey de los soles, y el iluminado que en cada ser alienta se hará público y será acogido por la Trinidad divina”. Será entonces cuando desaparecerán de nuestros ojos las arrugas de las pieles de los muertos».
COMENTARIO DE EL AVENTURERO
El texto parece confirmar la posibilidad e incluso la necesidad de que los seres humanos caminemos inexorablemente hacia el encuentro, la alianza de todos al más profundo nivel, la sincronía entrelazada en un ritmo común, en una respiración común.
Tal cosa solo puede ser posible cuando todas y cada una de las personas de este planeta rindan al prana colectivo (v. párrafo 6.17) su más contrastada firmeza, una ductilidad tan perfecta que alcance el pensamiento trinitario, superador de lo dual, la máxima entrega o capacidad para vivir con entusiasmo el presente, una excelsa armonía personal frente a los deseos, una verdadera apertura para el encuentro sensitivo y sensorial, ligereza en la disponibilidad frente a los fracasos y una conciencia de la naturaleza de su propia esencia tan honda que disuelva todo estereotipo mental.
Seguramente se cerrará entonces en cada uno el círculo del pranayama oculto a los sentidos, inconcebible ritmo más allá del espacio y del tiempo, dando lugar al nacimiento de ese “rey de los soles”, origen de toda luz.
Hay un libro al que acudimos todos los días sin darnos cuenta, un libro que contiene el germen de la palabra, del movimiento, del pensamiento, del sentimiento y hasta de la ensoñación. Este libro individual y colectivo que todos portamos es el genoma. ¿El Libro de los secretos al que se refiere el autor? En nuestro genoma aún yacen escritos miles de secretos velados a nuestra Consciencia y que contienen el germen del ser humano trinitario.
La sangre, misterioso vehículo que recorre millones de caminos para alentar a cada arquetipo celular a salir a la luz, parece unirnos a los seres humanos en una intención común. Quizás sea, como uno de los elementos más compatibles entre los seres humanos, o quizás como símbolo de la alianza nueva y eterna del Cristo (símbolo solar, como Rey de los soles), un símbolo del grial que habita en cada uno de nosotros. Un camino heroico desde el cual la luz del hierro redimirá a los muertos que deambulan en los rincones más recónditos de nuestro Libro de los secretos.
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10 Comentarios
Loli
10 enero, 2017Todos los seres humanos de este Planeta, parecemos poder transferirnos, unos a otros, el fluido sanguíneo, con muchas menos precauciones y cuidados que otros elementos de nuestro cuerpo.
Mantener el caudal suficiente, e incluso cambiarlo…., salvar una vida casi al instante…., todo ser humano puede realizar ese acto de ayuda a otro en algún momento.
Quizás el compromiso que nos une, a todos, no importa en qué lugar de este Globo nos encontremos, nos permita poder compartir una fuente vital como es la sangre.
Parece que la sangre de Abel gritó derramada sobre la tierra, y su voz fue escuchada por Dios.
El único vehículo universal que nos reclama una alianza trascendente y misteriosa, que demanda solidaridad, y apela tantas veces al amor, no se “derrama” y se “injuria” en balde.
Somos, aún, incapaces de manifestar una adecuado respeto, inclusive en su manipulación, a toda la envergadura desconocida de lo que suponemos como seres humanos.
Sangre como testigo y vehículo de una nueva posibilidad, sangre que debe servir para evidenciar, quizás, que ese compromiso no cesará hasta que se manifieste en todos y cada uno de los hombres.
Sangre para salvar, para ayudar a seguir adelante, no para “profanar”…..
¿Todavía grita la sangre de Abel?.
¿Deberíamos empezar, ya, a estar en condiciones de escuchar, de una vez, las reverberaciones, los ecos de su “grito”?.
Mandrágora
14 enero, 2017Nos habla el autor de un estado de unidad entre todos los seres humanos, de una convergencia hacia el Universo y nos habla de la Trinidad divina. Una vez llegados a este punto, ¿será necesario la vida en este Planeta?
Si la posibilidad de poder corporizarse es el instrumento necesario que se requiere para poder transcender a otro estado, es el vehículo que todo ser elige, y parece que desea, para poder eliminar las trabas y obstáculos pendientes con que se nace y es la gran oportunidad de transformarse y redimir lo heredado, una vez alcanzada la unidad, ¿para qué venir aquí?
Loli
14 enero, 2017¿Para ayudar?
El destino trinitario del hombre, ¿se cumple por completo en cada uno de nosotros, si no se ha completado en toda la Humanidad?.
La vida en esta Tierra, la existencia de todos lo que nos rodea, ¿está en relación, de algún modo, del trabajo de transformación al que parece estamos abocados los seres humanos?.
¿Cuándo, qué leyes determinan los objetivos y la finalidad de la existencia?.
Quizás, mientras incógnitas y preguntas siempre sean infinitas, en la medida en que parezca que avanzamos en el descubrimiento de los mundos en los que nos desenvolvemos, la mirada en esos canales vitales que nos unen, ¿pueden estar indicando que esa unidad, ¿en lo trinitario?, tiene que realizarse hasta el último ser humano….?.
Alicia
14 enero, 2017Para Mandrágora.
Te doy una opinión por si te sirve de respuesta a tu «¿para qué venir aquí?».
La vida es nada más una pequeña etapa de la existencia.
Cuando te mueras seguirás existiendo y tu vida habrá sido nada más un «tramo» de tu camino.
Para eso venimos aquí.
A mí me parece, pero puede ser una apreciación mía, que las personas solemos identificar nuestro «yo», el de la persona que somos mientras vivimos en este mundo, como el «yo» existencial que ya es – nuestro, el verdadero, el desasido de los inconvenientes y frustraciones y penas y alegrías de la vida mortal – y que seguirá siendo, siempre. Y en cada etapa del existir habrá aprendido algo.
No sé si te sirve
Alicia
14 enero, 2017Ah, que se me olvidaba. Sólo se es humano una vez. Cuando te mueras serás otra «cosa», que ni idea de qué o cómo pueda ser. Pero mejor, distinto y menos imperfecto que el ser humano. La creencia en la reencarnación es una especie de clavo ardiendo al que algunas personas se agarran en la ilusión de tomarse la «revancha» por sus desdichas o, si les está yendo mal, consolarse justificándolo con que están pagando la deuda por en una vida anterior habrás sido malas.
Vamos que, el eterno cantar de culpa y castigo.
Mandrágora
17 enero, 2017Aunque sea con retraso, contesto.
Loli pregunta y apunta que el destino trinario del hombre no se cumple en cada uno si no se ha completado en toda la humanidad, pero yo he matizado: una vez alcanzada la unidad. El autor nos habla de cuando cada ser iluminado alienta y será acogido por la Trinidad divina, habla de la humanidad fundida en un solo pranayama; entiendo que habla de un estado de toda la humanidad. Una vez alcanzado, el seguir ayudando ¿a quién y para qué?
Alicia nos habla de la vida como una pequeña etapa de la existencia, como lugar de aprendizaje. Nada que objetar. Lo que pasa es que no me he referido en ningún momento —a lo mejor no lo he expresado bien— al transcurrir de cada persona y al sentido que pueda tener la vida para cada uno, me he querido referir al comentario « Será entonces cuando desaparecerán de nuestros ojos las arrugas de las pieles de los muertos», es decir, me ha parecido entender que es el logro, el objetivo, la culminación de todos y al completo. Por eso el comentario de, una vez redimido lo heredado, ¿qué se puede hacer aquí?
Loli
17 enero, 2017¿Habrá «algún aquí»…..entonces?
Alicia
17 enero, 2017Yo lo imagino un poco, o parecido, a los vasos comunicantes, Damos y recibimos constantemente a lo largo de nuestro vivir. Cuando morimos es que hemos completado el ciclo; nada más que aportar nada más que incorporar…
Que queda mucho por incorporar, seguro, pero en otro plano, o en otro medio, o en otro «continente», o en otra… ¿dimensión?
Pero el mundo sigue girando, y no todos llevamos el mismo ritmo, y quizás por eso sea necesario que siempre haya alguien en ese «aquí» en el que estamos y nos comunicamos mediante algo tan sujeto a interpretaciones y subjetividades como es la palabra que, por más que se quiera, siempre se queda corta.
Loli
19 enero, 2017Si alguien, o algo, pudiese “viajar”, o colocarse simultáneamente en nuestro futuro y nuestro presente, estaría en condiciones de y conocer qué es lo que necesitamos para desenvolvernos en este “tiempo”, pues ya lo sabría de antemano.
Loli
19 enero, 2017Si lo encontráramos, con nuestro nivel de desarrollo intelectivo, seguramente nos parecería algo muy inteligente, o sospechoso…. pues conocería cosas de nosotros mismos que nos sorprendería, pero al no poder aún explicar la razón de su conocimiento, por no tener el receptor del mensaje el desarrollo necesario para ese entendimiento, su acción tendría que realizarse de manera cuidadosa y hasta discreta.