Párrafo 12.35
12.35 «De siete raíces que emergen hacia la realidad material nacen los vectores que originan el ritmo. El nacimiento se une al eje desde la horizontalidad, en él se forja una constante que buscará el camino a la flecha que llamamos libertad, su atributo es la memoria que viene grabada en la genética y se renueva en cada impulso o nacimiento rítmico».
COMENTARIO DE EL AVENTURERO
Desde que se prende la mecha de la vida, todo es un continuo ciclo, un nacer y morir. Lo cual me hace pensar que esa mecha vital no es más que un punto de otro ciclo, no sé si llamarlo superior pero sí distinto, como si el paso por la materia fuera un punto en algún otro pranayama. En cualquier caso, limitando el comentario a lo que llamamos vida, a este paso por la materia, o por esta materia y por su oxidación, existe un ritmo constante que es nuestra respiración, que funciona además de manera involuntaria, y menos mal…
Morimos y renacemos muchas veces a lo largo de un día, salimos del tiempo muchas veces y volvemos a él, sin llegar a dormir soñamos, sin ser conscientes de que hemos dado la vuelta a la cuerda del tiempo, de que hemos pasado por el no tiempo, de que volvemos una y otra vez a asumir ese acto heroico que es la vida. Quizá la libertad sea entender o afrontar este hecho, de manera que procuremos tener presente siempre que la vida es un acto Voluntario, que no se hizo una vez cuando llegamos a este mundo, sino que nuestro organismo vive segundo a segundo una y otra vez por Voluntad.
Y nuestras memorias se renuevan de igual forma, nunca son las mismas. Romper la trampa del recuerdo psicológico quizá potencie un vivir hacia el futuro desde asumir el pasado, pasado que realmente no conocemos tanto como creemos conocer. Nuestro estado es un pasado continuo; observando esto así puede que alcancemos a ver cuánto de ficción, fantasía o recreación mental (psicológica), hay de lo que entendemos por memorias, posiblemente quisiéramos abrir paso al olvido y se encendiera de nuevo ese espíritu de aventura que originó nuestro nacimiento y empezáramos a ver las memorias fundamentales de las que somos portadores. Imagino que esto sea como mapa de nuestro destino, de igual manera que un ave conoce su camino. Esto no anula nuestro libre albedrío, el camino sigue debiendo recorrerse. Romper el inexistente presente, abrir la jaula a la libertad.
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De siete raíces que nacen en planos desconocidos pero que son sentidos, intuidos, que nos conforman y nos impulsan. Siete raíces, siete fundamentos, suelos abonados para nuestra evolución, que van a abrazar la materia para engendrar vectores de los que nace el ritmo.
El ritmo, sexto sentido, unido desde la horizontalidad al eje para buscar la verticalidad de esa flecha que llamamos libertad; unido hacia la memoria grabada en la genética, que se renueva y nace una y una vez en cada impulso rítmico.
Saber que no somos seres inmóviles; que la estanqueidad lleva al cieno de la no evolución; que la vibración, la velocidad, nos purifica y limpia de pecado, de energías oscuras que obturan el fluir de nuestros ríos interiores; que queremos buscar ese camino trazado por la flecha, por la libertad; que queremos que el Arquero, Quirón, el que dirige la lidia, el picador que con su lanza libera nuestra sangre para reconducirla, nos ayude en nuestra lidia a salir por la Puerta Grande.
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3 Comentarios
Rafa
11 julio, 2017Sagitario, ( de sagita, flecha, sagitario el arquero ) es el signo del zodíaco cuya simbología es la de un arquero que lanza una flecha hacia su destino, además lo hace con los ojos vendados.
La libertad, lo que los cristianos llaman el libre albedrio, parece que es la elección inteligente de cumplir tu destino, pero destino y origen en un círculo por ejemplo, están en el mismo punto, por tanto para avanzar hacia el destino, hay que fijarse en el origen, o ser original, que es lo que significa ese término.
Pero el origen, viene determinado por las memorias genéticas por lo que para leer nuestro destino, tendremos que recurrir a esas memorias genéticas, que vienen escritas en nosotros, y en un libro que no podía ser otro que el Génesis.
Así que tendremos que lanzar una flecha al blanco de nuestro destino, sin pensamiento, de manera ciega, para alcanzar la libertad.
O como dice la frase de Rabindranath Tagore.
“El arco le dice bajito a la flecha . al despedirla : tu libertad es mía “.
O como dice otro poeta amigo mio.
Hoy que te amo, dejará de ser
la libertad una palabra escrita en la pared.
Un abrazo
loli
11 julio, 2017Se dice que el Arbol de la Vida tiene sus raíces en el Cielo….y sus frutos en la Tierra.
Fruto “es el resultado de alguna actividad”, pero a la vez parece que es donde se guarda el camino, las instrucciones, el código que llevará al despliegue de ese “producto final”.
En el Huerto del Paraíso, había “plantados” varios tipos de árboles, con sus frutos correspondientes, es de suponer.
Desconocemos en qué dimensiones se encontraba inserto ese lugar,….o se encuentra…., pero ¿el fruto del árbol que parece contenía las claves de nuestro paso por la materia, fue también el elegido para que el resultado, envuelto cuidadosamente en sus semillas, fuera desplegado y su camino recorrido, por el Hombre en esta Tierra?.
El acceso al trabajo del discernimiento, el uso de la voluntad para ello, puede que el “leitmotiv” de nuestro “libre albedrío”,¿es un impulso que se puso en marcha, quizás, a través de una estrategia divina?.
¿Es posible que la impronta de esa acción determinante, que se llevó a cabo a través de una “desobediencia”…., aparezca reflejada en cada momento respiratorio de nuestras células?.
Buscando ese ritmo libre, capaz de no perderse en los “cantos de sirenas” que esperan en los recovecos de la “estabilidad”….., de la «uniformidad», … un ritmo capaz de bañar la memoria genética, y sacar de ella las notas, los pliegues…el lenguaje más “espléndido” que se acurruca en su seno.
En el mundo perdido y complejo de la materia….la chispa que enciende “la vida”….¿buscó la la geometría escrita en el carbono…, y la propuso al Hombre… a través de Eva?.
Anonimo
15 julio, 2017Qué bonito amigo Rafa…