Párrafo 11.13
11.13 «Dar rienda suelta a la velocidad de la energía es salir del pensamiento circular, denso y hasta autocomplaciente de la obsesión. Hay que desoír a los impostores para que adviertan que viven agazapados tras máscaras de ceniza. Hay que asumir la responsabilidad de que en cada hombre reside un catálogo perfecto que esta esperando su propia evolución. Pero el trigo recién nacido aún no es espiga, aún no tiene fruto, y si cree haber recibido ya el agua que le dará la tierra y toda la energía que le vendrá del Sol, se secará.»
COMENTARIO DE EL AVENTURERO
Experiencias y vivencias conducidas desde una actitud responsable hacía lo interior y lo exterior. Sinceridad ante uno mismo desde el intento de desaparición del ego que rompe ficticiamente con todo lo que nos rodea. Sentido del humor y sobre todo paciencia ante aquello y aquellos que no respetan y atacan nuestro estado. Estas son quizá algunas de las herramientas que potencian la velocidad de la energía, algo tan sutil y cambiante que es difícil de percibir sin que nos confundan los cantos de sirena.
A menudo creemos que nuestra evolución, en cualquier ámbito, está por encima de la del resto. Esto nos permite emitir juicios, crear personajes, ser complacientes con los demás, hacernos comentaristas de nuestras vidas arguyendo, encima, que todo sucede por una razón. Todo esto, que borra de un plumazo la posibilidad del disparo hacia el misterio que encierra cualquier mirada, es síntoma de que, incluso sabiendo que no estamos completos, nuestro pensamiento es tremendamente circular. Por lo tanto, ¿no es quizá lo más importante ser responsable y tener una actitud de limpieza por simple que sea aquello que nos envuelve?. Parece casi obvio que sí, sin embargo, en muchas ocasiones nos vemos metidos en situaciones complicadas que tratamos de excusar en nombre de una supuesta complejidad que no es más que una máscara del miedo y la duda.
Y es que asumir la responsabilidad de nuestra propia evolución es asumir que estamos por debajo de nuestras posibilidades, y cuando eso se hace evidente a través del reflejo de nuestro propio misterio en los ojos del que tenemos delante, el miedo al fracaso, a no dar la talla, es capaz de borrar en parte los caminos conquistados por la consciencia.
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7 Comentarios
ari guari guari popoo mushuringá
31 julio, 2016O sea que hay que ir pa llá, o recibir bautismo cierto en iniciación con concierto. Por ahora os deseo buena estancia vacacional en corcordancia de todos. Saludos.
Loli
24 agosto, 2016Una duda entre muchísimas:
¿Cómo discernir los caminos «conquistados» por la consciencia, de los destilados por las pura y dura «razón?.
Razonamiento, pensamiento, y experiencia, deben formar parte de ese trabajo, pero, la impronta alcanzada por lo que denominamos «consciencia», debe ser algo mucho menos endeble y mucho más estable que lo que parece que los tres conceptos anteriores (menos quizás la «experiencia»…pero con matices) puedan garantizar.
Y, reconociendo de antemano mi torpeza al respecto, no me resulta demasiado sencillo reconocer cuando paso de la experiencia sentida a la que es producto de proceso de pensamiento, o cuando esta experiencia está contaminada, en su proceso, por conceptos o vivencias ajenas, o impostadas.
O si ese proceso, expuesto a influencias exógenas y endógenas, es así de necesario para abordar un trabajo que sí que sea capaz de subir peldaños de consciencia, de vivencia y experiencia única e intransferible, en cada uno de nosotros.
Un saludo
Es que el verano ha sido movidito, perdonad si el comentario está un poco liado.
Afrodita
1 septiembre, 2016No quisiera confundirte más de lo que puedas estarlo, y no estoy ni medio segura de estar comprendiendo cuál es tu duda. Pero se ocurre que el asunto puede estar teniendo que ver con las palabras “conciencia” y “consciencia” que en algunos libros veo que es utilizada indistintamente si bien, algunos autores – creo que Manolo Bautista, por ponerte un ejemplo, escribe en alguna parte de La paradoja de Darwin que aun sabiendo que son cosas distintas él, a lo largo de sus páginas utilizará sistemáticamente una de ellas (no recuerdo cuál de las dos, tendría que dejarme los ojos buscando) ― establecen una diferencia.
Creo que la diferencia es, según se me explicó una vez si bien no te garantizo haber comprendido bien ni transcribir en condiciones qué comprendí, que “consciencia” es todo aquello que se sabe que se sabe (no es errata, lo he escrito adrede dos veces). Conciencia, en cambio, es todo aquello que se sabe aunque no se sepa que se está sabiendo.
Es decir ― o diría yo (y si hay que ir al infierno por enredadora pues se va) ― que en la conciencia hay cosas que la consciencia ignora.
Si esta especie de trabalenguas te sirve de algo puede responder en alguna (pequeña) medida a lo que planteas.
Loli
1 septiembre, 2016Si Alicia, gracias por responder e intentar aclarar una cuestión, planteada de forma un tanto caótica, seguramente, por mi parte.
Lo que intentaba referir, sin éxito, es cómo acceder o saber que estamos posibilitando, al menos, ese acceso, de aquello que parece subyace como sabido en la conciencia, pero no tenemos acceso a ello, al plano de la consciencia….
Porque parece que el trabajo, o el camino a recorrer por nuestra parte, es precisamente el destrabar los puentes que consoliden la llegada a esa conciencia individual, y ¿general a la vez?.
La pregunta iba más por el hecho de cómo saber, discernir o darnos cuenta, de que una camino, en ese sentido, ¿es posible que existan tantas sendas como seres humanos en ese aspecto?, está ya recorrido y asentado.
Gracias por tu respuesta, y vuelvo a reiterar mis disculpas, sé el comentario está liado, pero no consigo hacerlo más clarificador….quizás más adelante.
Inés
6 septiembre, 2016Dice Damasio… 30 años estudiando la consciencia de humanos en estado vegetativo o con partes del cerebro y/o del SNC «changados» :
https://www.youtube.com/watch?v=4BziOmcL0E4
Está en inglés, pero define perfectamente lo que es consciente separado de lo que es conciente , en su primera diapo ya tarat este mismo cuestionamiento, ¿qué es consciencia frente a conciencia? y los diferentes problemas serios con los que se ha encontrado para definir bien esos dos conceptos. Es preciso con su lenguaje pues va paralelo a cientos de estudios con los pacientes, de hecho es el primero – desde mi punto de vista- de aclarar perfectamente lo que son percepciones, emociones y sentimientos. Algo que hay que discernir muy bien en los tiempos que vivimos ( la consciencia necesita al cuerpo para tenerla, necesita del organismo entero, y necesita sí o sí el espacio inmediato , medio y lejano, es decir el ambient y la memoria asociada a los sentidos)
por eso las plantas que carecen de un sistema nervioso reconocido, sienten y se comunican unas con otras y con todos los demás seres que las rodean, incluyendo las rocas sobre las que crecen)
Asi es que la conciencia y la consciencia no son lo mismo… ni parecido, uno puede creerse que tiene conciencia pero carecer completamente de su sentido de consciencia y así nos va a todos sin excepción, pues To be aware ( «despierto » con comillas» ) es muy duro si no tienes compasión por tí mismo) que es con quienes somos más crueles.
Loli
7 septiembre, 2016Gracias Inés
Me parece interesantísimo y clarificativo a lo que aludes en tu comentario respecto que la «consciencia necesita al cuerpo para tenerla……el ambiente y la memoria asociados», pues indica de algún modo que el trabajo de discernimiento no es tan sencillo.
Está implicado en ese trabajo toda nuestra configuración física, la tangible y la que no lo es tanto, y tratar con la debida atención y delicadeza, nuestra situación de alerta y atención para determinar aquello que responde a un aprendizaje profundo, o a un conocimiento o intuición esencial y procesarlo en su debido lugar en la consciencia….quizás requiera algo más que fórmulas generales o descripciones formales de cada uno de los elementos o procesos que se piensa, puedan definir o delimitar contrastes en esa aventura de comprobar y discernir lo que es el grano de la paja (como alude Mandrágora), en el caso de que supiéramos, a ciencia cierta, a lo que llamamos «paja», en ese proceso.
Un saludo
Mandrágora
3 septiembre, 2016De vuelta tras un periodo de ausencia, y un saludo a todos los participantes de este blog.
Se me plantea en este párrafo la dicotomía frecuente entre nutrirse y tomar como aprendizaje las vicisitudes y acontecimientos oportunos que surgen, y, por otro lado, el constante ruido despistante y desorientador que continuamente acompaña. En ese juego de desgranar el grano de la paja, van y vienen un sinfín de situaciones donde la duda y la contradicción malogran intentos de búsqueda, quizá por no tener confianza en las percepciones ya adquiridas y que servirían para poner en valor, quizá por querer alcanzar un modelo autoimpuesto olvidando donde se está y sin admitir la equivocación, quizá por falta de fortaleza y temor al aislamiento e incomprensión… Al final, directrices y enseñanzas tan claras como se nos muestran, y me atrevería a decir que tan obvias y cercanas a lo que se es y se pueden reconocer, se viven como una puesta a punto esforzadísima y complicada por no saber en ocasiones aliarse con lo que naturalmente debería ser. Tengo la sensación de que se emplea más esfuerzo en desmontar y descontaminarse que en andar y fluir.
Viene a colación una antigua referencia citada por el mismo autor: «Si escuchas las campanas, no las hagas sonar dentro de ti». Vivir aprendiendo y desechar aquello que distrae y aleja: ¡un gran reto!